Dos formas de disolverse en el universo. Desde el frío desierto de Asia Central, desde el caravasar a través de la Ruta Silvestre, hasta los puertos que parten al Nuevo Mundo Altares barrocos y muqarnas. Pero que tan lejos estan al mismo tiempo, las intrincadas formas de las clamorosas escenas que ofrece el barroco El barroco fue una exaltación de los sentidos a través de las emociones, sumergirse en el mundo, y luego en la observación del mundo, apreciando la creación y lo divino. Así la exaltación y las emociones rompen las formas mientras inundan al espector de materialidad, materialidad torcida por el poder del mundo interior. Los muqarnas, en el camino de lo geométrico abstracción, son la evolución de una complejidad creciente de patrones que de alguna manera se traducen al espacio arquitectónico, rompiendo la planitud del dibujo y evolucionando en esas cascadas de formas. Pero también forman parte de una comprensión del mundo en el mismo espíritu que el barroco en el que la profusión de las formas acaba disolviendo la esencia misma de las mismas, unificándolas perceptualmente en algo más grande, a saber, la intuición de lo divino. Pero la conexión entre Baroqeu y muqarnas no es tan extraño como podría parecer, y la evolución que los une no es nada. nuevo en la historiografía del arte, como un linaje que podría seguirse en la evolución estilística en España, desde fusión mudéjar y gótica a un movimiento lento al churrigureresco, saltando de alguna manera el influencia renacentista, que de alguna manera siempre tuvo dificultades para instalarse en España. Este linaje, tan comprensible como puede ser, sin embargo, es sorprendente, dadas las culturas tat dio a luz a cada uno de ellos.
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